El pasado 24 de noviembre tuvo lugar en Finlandia el Webinar “New European Bauhaus goes Into the Woods”. Se emitió desde el Centro Finlandés de la Naturaleza (Haltia), en la ciudad de Espoo. Estuvo organizado por el Ministerio de Medio Ambiente del Gobierno de Finlandia en colaboración con la Comisión Europea, el Gobierno de Estonia y Gobierno de Suecia.

El evento explora el papel crucial de los bosques, la construcción con madera y la arquitectura, bajo el marco común del Nuevo Bauhaus Europeo, iniciativa que nació en el 2021, impulsada por la Presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen, en la que se pretende una mejora de la calidad de vida de los habitantes de pueblos y ciudades a través de la adaptación de los espacios en los que se desarrolla la vida cotidiana atendiendo a la cultura de cada lugar, aunque siempre con perspectiva europea.

El Dr. Hans Joachim Schellnhuber, director y fundador del del Instituto de Potsdam para la Investigación del Impacto Climático, fue el encargado de la sesión principal sobre la co-transformación del uso de la tierra y las zonas edificadas.

Explicó que el evento de formación del carbón que se encuentra en las capas de la Tierra, y que hoy día se explota y utiliza, ha dado lugar a que el planeta estuviera cerca de sufrir una glaciación a nivel global, como ya ha pasado en dos ocasiones en el pasado hace varios millones de años. Gracias al efectivo proceso de fotosíntesis y la sedimentación, comentó el Dr. Schellnhuber, hemos sido capaces de “escapar” dicha glaciación.

Actualmente, estudiando varias tendencias y escenarios, la Tierra se encuentra cerca de un episodio “invernadero”, en el que, en los casos menos optimistas, el aumento de temperaturas podría ser de entre 1.5 ºC y más de 5 ºC. Exceder los 1.5 ºC podría provocar la aparición de puntos críticos en elementos como la selva del Amazonas, el permafrost o los glaciares alpinos, y tras ellos se sucederían cascadas de eventos que pondrían fin a la civilización, según el ponente. Ya nos encontramos en un aumento de 1.2 ºC. Aplicando el escenario más buscado por las políticas mundiales en el que no solo se frena el calentamiento, sino que además se reduce en varios grados la temperatura global, la posibilidad más realista consistirá en frenar el aumento cuando se produzca el incremento en 2 ºC y seguir reduciendo paulatinamente mediante emisiones negativas. Solo de este modo el planeta podrá mantener diez mil millones de habitantes esperados para el año 2060.

La concentración de CO2 se encuentra a día de hoy en 418 partes por millón, presentando un crecimiento exponencial desde 1960. Los primeros signos de calentamiento global aparecen hacia el 1945-50 con un primer aumento de las temperaturas, pero se enmascaran los años posteriores debido al enorme uso de elementos como aceite, carbón o sulfuro. Esto dio lugar a lluvias ácidas en Escandinavia y Alemania, que produjo la implementación de filtros en las industrias, pero continuó dando rienda suelta al calentamiento.

El experto habló en la sesión sobre cómo la construcción es crucial no solo para conseguir la neutralidad, sino también para conseguir la acción climática, revertir y restaurar los efectos mencionados, para lo cual hay que poner el punto de mira en la evolución de las ciudades y los edificios hacia su uso como el de sumideros de carbono. Ya sabemos que los bosques cumplen esta función, y desde hace muchos años se explora la construcción con madera como medio de crear estructuras que retengan por muchos años el carbono asimilado por la vegetación.

Esquema del ponente en el que se representa el ciclo en que el bosque produce madera y biomasa mientras absorbe CO2.

En el hipotético escenario en que se continuara haciendo uso del hormigón y acero en el sector de la construcción, se producirían 70 mil millones de toneladas de CO2 a la atmósfera, las mismas que se podrían almacenar si se cambiaran dichos materiales por madera en el ámbito de la construcción. Para producir dicha madera haría falta plantar 150 millones de nuevas hectáreas. El ponente propuso que, ya que en el planeta existen 1 mil millones de hectáreas de tierras degradadas, se podría elaborar un proyecto mediante el que se reforesten estas áreas. De este modo, se conseguirían millones de hectáreas forestales productoras de madera para construcción sostenible, a la vez que masas arboladas en buen estado que cambiarían la situación de degradación en que actualmente se encuentran estos lugares. Siempre bajo un criterio de sostenibilidad en la extracción y cortas, y con criterios de biodiversidad y aumento de la biomasa del bosque, ya que se consume el 50% de la biomasa en la U.E..

La oportunidad de emplear los bosques para la acción climática se da, curiosamente, de forma natural, ya que muchas masas forestales prosperan en el clima que hemos creado: en los países del norte el clima más cálido conlleva un aumento de las precipitaciones y se produce un efecto de fertilización con el aumento del CO2.

Así, mediante un cambio en la economía y el uso de biomateriales como la madera proveniente de masas forestales, se pueden llegar a cambiar las tendencias globales y revertir los efectos del cambio climático.

Fuente: Into the Woods