El pasado 20 de septiembre el Instituto Forestal Europeo (EFI) reunió en su evento ThinkForest a científicos, arquitectos y responsables políticos para explorar cómo los bosques y el uso de la madera pueden ayudar a cumplir los objetivos climáticos.

Janez Potocnik, presidente de ThinkForest, abrió el seminario web reflexionando sobre las numerosas crisis y desafíos actuales, señalando que la mejor y más eficiente manera de vincular e impulsar soluciones a cualquier crisis es siempre mejorar la resiliencia.

El Dr. Hans Verkerk, científico principal de EFI, presentó los resultados de un nuevo estudio de EFI sobre «Mitigación del cambio climático y adaptación basada en los bosques en Europa» que él mismo ha coordinado. El informe analiza en qué medida los bosques y el uso de la madera pueden contribuir a la mitigación del cambio climático, y cómo se puede maximizar esa contribución. El equipo multidisciplinar de 12 autores de 7 países concluye que los bosques europeos y los productos de la madera pueden aportar una contribución significativa para lograr la neutralidad climática en 2050 – pero su contribución es finita y no puede compensar de ningún modo el retraso en la aplicación de actuaciones en otros sectores.

Las políticas y estrategias de gestión relacionadas no deberían centrarse solo en una actividad. Combinando todas las actividades de mitigación posibles, se maximizará el potencial de mitigación de los bosques. Sin embargo, las vías de mitigación dependen del lugar en el que nos encontremos – ya que como los bosques de los distintos países y regiones son diferentes también deberían serlo las estrategias de aplicación.

Un animado debate sobre implementación de actuaciones puso de manifiesto algunas de las cuestiones planteadas en el informe. Los ponentes enfatizaron en que hay que respetar la diversidad de sistemas en toda la UE, y que no tenemos una receta única para toda Europa – las intervenciones tienen que adaptarse al contexto local y deben conciliar las distintas expectativas en todo el territorio. Las políticas orientadas a objetivos únicos no darán resultados.

En los debates también se hizo hincapié en que un seguimiento sólido y unos datos fiables son fundamentales para poder evaluar detenidamente las repercusiones de las actividades de mitigación, y valorar cuales son más exitosas. Tenemos que medir mejor para gestionar mejor. Además, la planificación es vital: es importante integrar la resiliencia de los bosques y la adaptación al clima en cualquier adaptación a la mitigación del clima, y tiene que planificarse más allá de 2050.

Los ponentes también hicieron hincapié en que el intercambio de conocimientos es fundamental (por ejemplo, a través de proyectos de investigación de la UE iniciados recientemente, como ForestPaths), y que son necesarias una terminología común y mucha comprensión. Comunicar la complejidad del tema es crucial, especialmente porque la mitigación y la adaptación necesitan de las partes interesadas locales. Por ejemplo, en el entorno que se ha construido y durante su actual construcción, es importante tener en cuenta la circularidad de toda la cadena de valor (incluyendo, por ejemplo, desde la producción de materiales y el diseño ecológico, hasta la gestión de residuos y su reutilización), y tener en cuenta proyectos de referencia. Esto podría ayudar a superar las barreras culturales, que lleven por ejemplo, hacia el uso de productos de madera tecnificada.

 

Fuente: EFI